¿Cómo creció el AMBA?
La expansión de la ciudad a partir de Barrios Cerrados y Barrios Populares
Hola, ¿Qué tal? Te doy la bienvenida a la primera entrega de .CSV (CómoSobreVivimos), un newsletter donde vamos a ver algunos de los problemas que tenemos las personas que vivimos en las ciudades. En estas entregas vamos a estar viendo distintas dimensiones que caracterizan a los centros urbanos hoy en día: alquileres, créditos hipotecarios, barrios populares, viviendas deficitarias, viviendas vacías, la situación de los jóvenes y muchas otras que ya les iré contando.
Hoy quería arrancar por una cuestión que me resultó interesante sobre la dinámica de las ciudades: la cuestión del crecimiento urbano. Voy a poner el foco en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Según datos del último censo, en el AMBA vive más del 30% de la población del país. Esto la convierte en la aglomeración urbana más grande de la Argentina y una de las más grandes de Latinoamérica. Sin embargo, dentro de su territorio conviven realidades muy distintas. Por ejemplo, si miramos el conurbano bonaerense, 1 de cada 2 viviendas son consideradas deficitarias, mientras que en la Ciudad de Buenos Aires esa situación se da solo en 1 de cada 7.
Si bien es una zona que se encuentra altamente urbanizada, no deja de ser un área atractiva para que la población se asiente, tanto en las centralidades como en zonas más periféricas. Esto sucede por la posibilidad que te da la localización de estar cerca de trabajos, hospitales, escuelas, planes culturales, etc. Para ver la forma que en que se da el crecimiento urbano, propongo pensarlo a través de tres categorías:
1. La expansión, caracterizada por la incorporación de superficie rural al área urbana. Por ejemplo, cuando se realiza un loteo nuevo en zonas que bordean el AMBA como Ezeiza o Berazategui.
2. La consolidación, que se refiere a procesos de construcción de infraestructuras en una zona. Por ejemplo, cuando un área que ya tiene cierta población empieza a tener mayor cobertura de transporte, servicios públicos o locales comerciales.
3. La densificación, que implica el aumento de la población en una superficie ya urbanizada y consolidada. Este proceso es típico de áreas centrales, que ya tienen buen acceso a servicios, pero comienzan a crecer, por ejemplo, mediante la transformación de casas bajas a edificios en altura.
Por otro lado, se pueden pensar en tres lógicas distintas en la que se dan estos procesos: mediante intervenciones públicas (un complejo del PROCREAR, por citar uno) o por lógicas privadas, vinculadas a mecanismos de mercado (un country o un edificio tradicional), o bien movilizada por lógicas de necesidad del acceso a una vivienda y excluidas de las dos anteriores (por ejemplo, construir una vivienda informal en un barrio popular).
En este primer envío voy a abordar la problemática del crecimiento en el AMBA haciendo foco en dos tipologías urbanas que han sido una marca de época en el último tiempo: los countries y los barrios populares. Estas categorías permiten abordar dos cuestiones centrales de las sociedades y ciudades de hoy en día: la desigualdad y la fragmentación. El período analizado será entre 2010 y 2022, lapso que no sólo separa la distancia entre los últimos dos censos nacionales, sino que también se caracteriza por un estancamiento del crecimiento económico del país, y una caída de los ingresos de la población, con consecuencias negativas para la mayoría de las familias argentinas. Esta contextualización es importante, ya que mientras los ingresos, la inflación o la pobreza pueden cambiar en períodos cortos, los cambios en los entornos urbanos, la vivienda y la forma de habitar el espacio son más lentos y a la vez más profundos.
Composición y crecimiento del AMBA
En el AMBA viven cerca de 14 millones de personas y según el Censo 2022 se contabilizaron 5.418.725 de viviendas. Para desagregar esa zona y ver cómo se localizan las personas, propongo hacer la división entre Ciudad de Buenos Aires (CABA) y las zonas Norte, Oeste y Sur del Gran Buenos Aires (GBA), tal como se muestran en el mapa.
Si observamos la cantidad de población y viviendas que hay en el AMBA, agrupadas como se muestra en el gráfico, podremos sacar las dos primeras conclusiones: 1) la zona Sur y la Oeste del GBA son las más pobladas y 2) la relación entre población y viviendas no es igual en todo el aglomerado, presentando CABA 1,9 personas por vivienda, y en el resto de las zonas, valores que oscilan entre 2,7 y 2,9 personas por vivienda.
Para ver el crecimiento urbano de estas 4 zonas voy a hacer foco en la variable cantidad de viviendas. De este modo podemos ver que las zonas más grandes en términos poblacionales, GBA Oeste y GBA Sur, son las que también han experimentado el mayor aumento de su parque habitacional. Esto sucede tanto en términos absolutos (cantidad de viviendas nuevas) como en el porcentaje de aumento en relación al Censo 2010.
Los partidos o comunas que más crecieron en cantidad de viviendas son de GBA Oeste, siendo La Matanza la más evidente, sobre todo partiendo de una base poblacional muy grande, ya que tiene 3 veces más que cualquier partido del AMBA. En segundo lugar, está Moreno, otro del Oeste, le siguen Quilmes y Lomas de Zamora, dos del Sur y en quinto lugar se encuentra Tigre que es el partido del Norte que más creció. Para el caso de CABA, recién entra en el puesto 13, la Comuna 12 (Coghlan, Saavedra, Villa Urquiza y Villa Pueyrredón) que fue la que más creció de la Ciudad en cantidad de viviendas en el período analizado, dejando en evidencia que tiene una dinámica de crecimiento más baja. En el gráfico también figuran las tasas de crecimiento, en donde el top 15 de municipios muestra valores similares, que oscilan entre el 20% y el 30%. El municipio de Moreno, en GBA Oeste, se destaca como la zona con mayor aumento.
Caracterización del crecimiento
Hasta ahora vimos los partidos que más crecieron, pero lo que me interesa analizar en esta entrada es de qué manera se dio ese proceso, qué formas de habitar el espacio son las que se han potenciado. Es por eso que voy a hacer foco en dos que tengo las sospecha que han ganado mucho lugar el último tiempo: los Barrios Populares (BP) y las Urbanizaciones Cerradas (UC), que también toman el nombre de Countries o de Barrios Cerrados. Para la primera contamos con la información provista por el Relevamiento Nacional de Barrios Populares (Renabap), que partió de algunas organizaciones de la sociedad civil y luego fue incorporado como información pública, que releva los Barrios Populares que hay en todo el país, según las características estipuladas por la ley 27.453: que estén integrados por 8 o más familias, que más de la mitad de la población no tenga título de propiedad del suelo y que más de la mitad de la población no tenga acceso regular a 2 o más servicios básicos: red de agua corriente, red de energía eléctrica con medidor domiciliario o red cloacal. Para el caso de las Urbanizaciones Cerradas se utilizan los datos de la plataforma Wikimapia, que mantiene en forma colaborativa (con ediciones controladas por los usuarios), un listado con las ubicaciones de urbanizaciones cerradas.
En este análisis, vamos ver la información de la variación intercensal de viviendas para cada uno de los radios censales, que son recortes de territorio divididos operativamente para realizar el censo donde suele haber entre 400 y 700 viviendas. Para que se entienda el análisis, voy a tomar el ejemplo del municipio de San Isidro, en donde se observan los distintos radios censales con sus respectivos aumentos de la cantidad de viviendas. En azul, las zonas que crecieron, y en naranja, las que decrecieron. Junto a éstas, las capas geográficas de BP en magenta y de UC en verde oscuro. Traigo el caso de San Isidro porque se puede ver con cierta claridad cómo conviven una zona más consolidada en Martínez, con tasas de crecimiento más bajas, y zonas en barrios populares, como el barrio Ferroviario Santa Rosa en Boulogne o La Cava en San Isidro, con tasas más altas. También existen lugares como La Horqueta o Lomas de San Isidro, donde surgen o se consolidan UC, que experimentaron un gran aumento en la cantidad de viviendas
Variación en la cantidad de viviendas por radio censal y tipologías urbanas. Partido de San Isidro
Realizando este procesamiento para todo el AMBA, podemos ver que en todas las zonas el crecimiento de BP y UC ha superado al del resto de la ciudad. La diferencia es significativa: en el caso de los BPs el crecimiento es, por lo menos, del doble que del resto de la ciudad, y toma valores superiores al 30%. Las UCs tuvieron aumentos de viviendas que duplicaron a otras zonas de la ciudad para GBA Norte, y más aún para GBA Sur. Para el GBA Oeste, en cambio, los valores son similares al del resto de la ciudad y para CABA son nulos, ya que están prohibidas estas tipologías.
Otra manera de ver este fenómeno es observando la participación que tuvo cada una de las tipologías en el crecimiento total. Es decir, cuánto explican del aumento del parque habitacional. En este caso, vemos que para los casos de GBA Oeste y GBA Sur, el crecimiento en radios donde hay BPs explica más del 40% del total. Si bien en GBA Norte esa participación es menor (del 31%), allí se ve con más fuerza el fenómeno de segregación o fragmentación, en donde aparecen con fuerza los radios de UC con 8% y un valor similar para espacios donde coexisten las UC con los BP. La situación en CABA es de menor dimensión, ya que los BP explican solo el 12% del aumento de la cantidad de viviendas.
Para analizar con un mayor detalle las dinámicas de crecimiento que se dieron en el AMBA, me gustaría introducir un último concepto: la densidad de viviendas. Este refiere a la relación entre cantidad de viviendas y el total de la superficie de un partido. En este sentido, hay zonas muy densas, como Recoleta, que está llena de edificios y tiene una densidad de casi 17.000 viviendas por km2; otras de una densidad intermedia, al encontrarse casi totalmente ocupadas pero sin tanta altura, como San Isidro o Quilmes, con valores cercanos a las 2.500 viviendas por km2, y también zonas de densidad baja, donde no toda la superficie se encuentra ocupada y hay menos de 500 viviendas por km2, como Ezeiza o Tigre.
Vamos a analizar una selección de partidos/comuna que elegí por sus diferencias en la densidad de viviendas y para analizar los procesos que mencionaba al principio de la nota: expansión, consolidación y densificación. Acá se puede ver cómo los partidos de baja densidad (Ezeiza y Tigre) tienen un alto crecimiento tanto en BP como en UC. Si bien podemos ver que, en todos los municipios elegidos, el aumento de la cantidad de viviendas en barrios populares ha sido más alto que los del resto de la ciudad, se observan porcentajes mayores en algunas zonas de densidad media-baja, como Moreno, o de una densidad alta, como la Comuna 15 (Chacarita, Villa Crespo, La Paternal, Villa Ortúzar, Agronomía y Parque Chas). Esto muestra cómo el crecimiento de BP puede tener lugar tanto mediante procesos de expansión o consolidación (un asentamiento nuevo en un terreno abandonado), pero también de densificación (por lo general, en altura). Por su parte, el crecimiento de barrios cerrados sí resulta más vinculado a zonas de densidad media o baja, donde aparece un valor muy alto en Quilmes y valores también altos en Ezeiza, Tigre, Moreno y San Isidro.
Este último gráfico muestra cómo, en zonas de baja densidad, como Ezeiza y Tigre, las tipologías analizadas tienen mucha importancia sobre el total del crecimiento. Por el contrario, zonas de densidad media o alta, como Quilmes o la Comuna 15, tienen altas tasas de crecimiento en BPs o en UCs (gráfico anterior), pero explican poco del total del aumento de la zona.
Para concluir, le pedí a María Mercedes Di Virgilio, Doctora en Ciencias Sociales e investigadora principal del Conicet, que nos deje un comentario sobre cómo ve ella estas dinámicas y cuáles son los efectos que genera. Meche labura estos temas hace muchos años, así que es un gustazo que participe de esta primera entrega.
Podemos responder ahora, entonces, a la pregunta inicial: ¿cómo creció el AMBA? La primera respuesta es que el crecimiento en el AMBA es heterogéneo. La región creció con diferentes patrones según las diferentes zonas. Traccionada por La Matanza, la zona que más crece es el GBA Oeste. Sin embargo, cuando se observa el comportamiento de otros municipios cercanos como Moreno, San Miguel, José C. Paz y Tigre se observa que algunos de ellos superan los guarismos de La Matanza, configurando un fuerte cordón de crecimiento con orientación Noroeste. La ciudad central es la zona menos dinámica del aglomerado, con tasas que están muy por debajo de las de los municipios conurbados. A pesar de ello, en la Ciudad también hay excepciones como es el caso de la Comuna 12.
Asimismo, creció con diferentes intensidades en la ocupación de las viviendas: los municipios conurbados registran un uso más intensivo de las viviendas que la Ciudad de Buenos Aires porque en promedio albergan más personas por unidad habitacional -1.9 vs 2.9.
Los motores del crecimiento son, sin dudas, las UC y los BP. ¿Qué significa esto? Que la región crece merced al desarrollo de procesos de microsegregación; es decir, crece a través de procesos de urbanización que fragmentan el territorio, generando fuertes contrastes en términos sociales -especialmente, en la periferia norte y sur del aglomerado. Finalmente, la ciudad en su conjunto parece fragilizarse: el crecimiento en radios donde hay BPs es muy superior a aquellos en los que hay UC, especialmente en las zonas conurbadas.
Sin dudas, la ciudad que se está produciendo dista mucho de seguir los lineamientos del buen planeamiento. Por un lado, es una ciudad que plantea importantes heterogeneidades en un territorio contiguo. Es decir, más allá de las divisiones político administrativas que median entre municipios o entre estos y la ciudad central, el aglomerado es uno solo pero quienes lo habitan no conviven con las mismas dinámicas urbanas. Esto, en algunos aspectos claves de la gestión urbana -por ejemplo, los servicios urbanos, la salud, etc.- profundiza disparidades preexistentes. Por el otro, la fragilidad asociada a los patrones de crecimiento lejos de zanjar heterogeneidades, las exacerba produciendo sin dudas, una ciudad más segregada y más desigual.
Me gusta lo que trae Meche porque pone en diálogo las diferentes escalas de los procesos urbanos, tanto en lo espacial donde involucra fenómenos barriales, de un aglomerado o de carácter nacional; como en las capas de análisis: lo social, lo económico, lo político, etc. Son muchas las líneas que quedan por analizar sobre estos fenómenos aunque por hoy lo vamos a dejar por acá
Espero que les haya resultado interesante y, sobre todo, los lleve a pensar cómo fue el crecimiento de su barrio, de su ciudad natal o de los espacios que habitan a diario. ¿Porqué tienen lugar estas dinámicas? ¿Qué consecuencias urbanas traen las crisis económicas? ¿Qué tipo de ciudad genera el aumento de la desigualdad? Y por último ¿Qué otras formas urbanas podríamos pensar?
Nos vemos la próxima, abrazo.
Seba.
Wow muy bueno!
Muy interesante, no había dimensionado la magnitud de los patrones de crecimientos!
Y no pude evitar preguntarme:
¿Cómo evolucionara el crecimiento de las ciudades ?
¿Que foto tendremos en el próximo censo ?
y por último ¿Qué tan posible es modelar ese crecimiento ?